En los últimos años, los test o pruebas A / B se ha convertido en una de las habilidades y herramientas más importantes para el marketing digital. En las pruebas A / B, un vendedor prueba cuál de las dos (o más) versiones de su anuncio, página web, proceso de compra, etc… tiene un mejor rendimiento en base a una métrica seleccionada (KPI).

La popularidad de las pruebas A / B se basa en su utilidad y facilidad de uso. Su mayor debilidad es que si un probador no tiene una buena comprensión de las pruebas, entonces se pueden dibujar fácilmente conclusiones que podrían llevar a grandes errores. Para evitar esto, se han de tener en cuenta los cuatro errores más comunes relativas a las pruebas A / B:

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1. Hipótesis de que los resultados de las pruebas seguirán siendo siempre los mismos

El mundo está cambiando y también lo son los gustos y las decisiones de las personas. El hecho de que una versión particular realizó la mejor conversión hace un año, puede no ser el caso a día de hoy. Además, las pruebas deben tener en cuenta cuando se realizó el examen y el tiempo que tomó. El resultado de la prueba puede depender, por ejemplo, de si una prueba se llevó a cabo en la mañana o por la noche, en un día laborable o en el fin de semana, en verano o en invierno, y en Finlandia o Japón.

2. La falta de datos y pruebas estadísticas

El variante ganadora de la prueba a veces tiende a decidirse demasiado pronto. La cantidad de datos necesarios depende de la confianza que usted quiere tener a la hora de seleccionar la mejor versión y lo grande que son las diferencias entre las versiones que forman parte de la prueba de test A/B. Para predecir la cantidad necesaria de datos, es una buena idea considerar la importancia de la prueba y que las herramientas que utilicemos nos ayuden a indicarnos que hemos obtenido los datos suficientes, en otras palabras, que hemos llegado al nivel de confianza suficiente.

3. Las pruebas sin un plan

Debe haber siempre un plan claro de lo que se pondrá a prueba y por qué. Sin un plan, usted podría probar fácilmente sólo cuestiones de opinión, como si es mejor que el botón de llamada a la acción es azul azul o de color verde. En tales casos, las versiones probadas también son casi idénticas; por eso, las diferencias no van a ser grandes en la mayoría de los casos.

Al principio, usted debe probar las cosas más importantes y las versiones deben diferir claramente entre sí. En pruebas posteriores, se puede probar cambios menores a la versión que gana la primera prueba.

El plan ayuda a asegurarse de que las cosas más importantes se pondrán a prueba y tambien a decidir cuándo debe pasar a probar algo diferente. En la elaboración de un plan de pruebas, también es bueno crear una hipótesis – que es, ¿por qué se puede esperar que una versión especial ganara a las otras versiones en la prueba. Esto le permitirá entender más fácilmente por qué una versión gana la prueba.

4. Si no se inicia una nueva prueba después de la finalización de la anterior

Habrá siempre algo que probar. Las pruebas deben ser no sólo una actividad de una sola vez, si no continua. Cuando la prueba se haya completado, usted debe tener una comprensión clara de lo que se va a probar la próxima.

Al evitar estos errores, llegará lejos con los test A/B y sus colegas, su jefe o su cliente quedarán impresionados. Y – quizás lo más importante – usted evitará cometer errores costosos.